El sistema cúbico de la pirita guarda una relación estrecha con el fuego y la tierra. Pyr viene del griego ‘fuego’ y en los sólidos platónicos el cubo representa la tierra. En este sentido la pieza evoca el ímpetu de la geometría sagrada que conjunta los fenómenos naturales que al replicar sus formas y procesos materializan nuestra existencia.